El pasado lunes os informábamos de que ya estaban disponibles las últimas versiones de un buen puñado de sistemas operativos de Apple. Por supuesto sobre el que más poníamos el foco era sobre iOS 14.7 y las novedades y mejoras que iba a traer para nuestro iPhone, pero ese mismo día también veían la luz tvOS 14.7, watchOS 7.6 y, en teoría, iPadOS 14.7.
Desde luego, el error que supone empeñarse en diseñar una estrategia de obsolescencia programada para el iPhone parece que aún no haber acabado de calar hondo en Cupertino. La fama de duraderos que siempre ha acompañado a los productos de la manzana parece ser algo del pasado y los planes de la compañía pasan ahora por hacer cualquier cosa para lograr vender un nuevo modelo de ese mismo producto cada año. (Un poco como sucede en Android)
No sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero a mí una de las cosas que siempre me han dicho sobre comprar productos de Apple es que son caros. En plan que estoy pagando de más, que "pago por el diseño" (como si eso fuera algo negativo) y aunque siempre suelo decir variantes del concepto "lo barato suele acabar saliendo caro", lo que no se puede negar es que, merezca la pena o no, el ecosistema de la manzana suele rascar bastante el bolsillo del usuario.
Aunque ya a finales de 2016 informábamos de que Apple planeaba dejar de fabricar sus propios routers de la línea AirPort (algo que se haría efectivo apenas año y pico después), los productos de la manzana son conocidos por su larga duración y aún hoy son muchos los usuarios que siguen utilizando el AirPort Time Capsule para tareas de copias de seguridad en sus Mac.
Que te roben tu iPhone ya supone de por sí un susto y un disgusto considerable. Estamos hablando de un dispositivo que no solo es que no sea precisamente barato, si no que además en él guardamos una buena cantidad de datos personales, valiosos en más de un sentido: desde fotos o vídeos a información sensible que no queremos perder ni que caiga en otras manos.
Tal y como ya hemos comentado en DescubreApple en más de una ocasión, las nuevas políticas de privacidad que Apple ha introducido en iOS 14.5 siguen acaparando titulares. De las protestas de Facebook por la transparencia en las apps a la queja de Europa acerca de la posible competencia desleal del ecosistema de la App Store, las nuevas reglas de la marca de la manzana no han dejado indiferentes a nadie.
El cambio en la política de privacidad que ha traído consigo iOS 14 tanto en el propio Sistema Operativo como en el ecosistema de la App Store sigue dando bastante que hablar, tanto para bien, como para no tan bien. En este segundo caso siempre solemos referirnos a la enérgica confrontación con la que se posicionó Facebook en su momento, asegurando que perjudicaría de manera evidente a su modelo de negocio.
No ha quedado muy atrás el revuelo que se armó cuando Apple anunció las nuevas políticas de transparencia y privacidad que se iban a incluir por defecto en iOS 14. Todos tenemos bien presentes las protestas al respecto, sobre todo de Facebook, que veía peligrar su modelo de negocio si a partir de ahora tenía que pedir permiso a cada poseedor de iPhone o iPad para poder rastrear su comportamiento en Internet, a sabiendas de que la mayoría no lo iba a conceder.
Mira que en teoría se trataba de un lanzamiento relativamente de bajo nivel, comparado al menos con lo que puede ser el iPhone o incluso un nuevo Mac, pero los AirTags se están convirtiendo en un dispositivo que llama casi más la atención por cuestiones relacionadas con la seguridad de sus usuarios que con los beneficios que representa y el propósito para el que han sido diseñados.
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