Estas últimas semanas han sido particularmente complicadas para Apple en lo que a temas de inversión se refiere. No nos estamos refiriendo a las inversiones realizadas por la compañía, como pueda ser el caso de Didi Chuxing, si no a la que se realizan en los propios activos de la empresa.
Los resultados negativos del pésimo último Cuarto Fiscal, unidos a los poco claros planes de futuro de la compañía siguen trayendo malas consecuencias para Apple, escenificadas a la perfección en los abandonos de los principales inversores, que saltan del barco antes de que un mal cambio de rumbo les cueste sus buenos millones de dólares.
Como podéis leer en la portada que ilustra este artículo, la revista Time ya en 2013 consideraba a Carl Icahn como el inversor más importante de América y, como no podía ser de otra manera, precisamente en esos últimos tres años, Icahn había acaparado una ingente cantidad de acciones de Apple, hasta el punto de convertirse en uno de los pesos pesados en la cúpula de la compañía.
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