Apple tiene un serio problema con las baterías de los iPhone

Apple tiene un serio problema con las baterías de los iPhone

Escrito por: Carlos Villar    15 enero 2019     2 minutos

Los costes del programa de sustitución de baterías y su impacto en las ventas de los últimos iPhone podrían tener mucho que ver en los pobres resultados fiscales de la compañía.

El asunto de las baterías de los iPhone veteranos al que Apple ha tenido que hacer frente en 2018 le ha traído no sólo un auténtico quebradero de cabeza ante los usuarios, los medios y la opinión pública en general, si no también un problema económico bastante serio.

El programa de reemplazo de baterías que la compañía puso en marcha a lo largo del pasado año ha asumido más de once millones de sustituciones, una cantidad desorbitada si tenemos en cuenta que, en situaciones normales, esas sustituciones se moverían entre uno y dos millones.

El lanzamiento de este programa de sustitución se produjo tras las quejas acerca de que iOS 10 ralentizarse el funcionamiento de los iPhone más veteranos, a causa de la degradación de sus baterías, motivo por el cual existía una función en el Sistema diseñado para prolongar la vida del dispositivo a cambio, eso sí, de su rendimiento.

Pues bien, una vez reconocido el problema, además de los cambios en iOS, se lanzó un programa de sustitución de esas baterías afectadas por un módico precio, pero que ha acabado por suponer una carga evidente a las finanzas de Apple.

En el último cuarto fiscal, el propio Tim Cook reconocía que las bajas cifras del ecosistema iPhone estaban intrínsecamente relacionadas con dicho programa de reemplazo. Al principio, Apple no supo cuantificar el efecto del programa en sus arcas, pero cuando se lanzaron los nuevos iPhone XS, iPhone XS Max y iPhone XR y sus ventas se quedaron por debajo de lo esperado, no tardaron en descubrir que todo el tema había afectado a las ganas de los potenciales usuarios por hacerse con un nuevo iPhone.

Con una batería nueva por poco dinero, los iPhone de generaciones anteriores recobraban toda su funcionalidad u ofrecían un rendimiento tal, que muchos decidieron aprovechar y seguir con su iPhone en lugar de comprar uno nuevo porque el que tenían funcionase ya «justito», que es lo que se supone que sucedería de no haberse lanzado el programa.

Aún así, Cook cree que pese al impacto económico y el desconocimiento del efecto en sus inversores, en Apple tomaron la decisión de crear el programa porque era lo que había que hacer de cara a sus usuarios.


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