¿Puede China tomar represalias contra Apple por el caso Huawei?

El veto del Gobierno de los Estados Unidos contra el gigante chino Huawei y que ha arrastrado a otras compañías americanas entre las que quizás Google sea la más llamativa de todas, ha tensado no sólo las relaciones entre ambos países, si no también dentro de la industria tecnológica, de la que tanto uno como otro son quizás los puntales más destacados en la actualidad.

Las consecuencias para Huawei ya las estamos empezando a conocer, como la prohibición de establecer relaciones comerciales con empresas americanas, pero ¿Y al revés? ¿Habrá represalias por parte de Pekín hacia las empresas de EE.UU? ¿Será Apple una posible afectada por estas posibles consecuencias?

Lo cierto es que esas consecuencias, al menos a medio y largo plazo, son complicadas de prever, pero dentro de China, Huawei es considerada uno de los máximos exponentes del concepto «marca del país» y, para entendernos, juega un papel equivalente a lo que Apple supone para Estados Unidos, luego parece lógico pensar que Cupertino podría correr las misma suerte en el gigante asiático que Huawei en su país.

Si China pagase a EE.UU con su misma moneda e impidiera a las compañías locales hacer negocios con Apple, la producción del iPhone y del iPad se vería muy afectada. La compañía de la manzana trabaja con una gran cantidad de proveedores chinos o asentados en el país (Foxconn, Sunwoda Electronic, TSMC o Pegatron, por poner algunos ejemplos) y sustituirlos sería trabajos y, sobre todo, costoso.

Además, Apple obtuvo el año pasado más del 15% de toda su facturación mundial en el mercado chino, así que podemos imaginar el batacazo económico que sería quedarse finalmente sin ése mercado. Y no estamos hablando de una situación descabellada, al fin y al cabo otras compañías como la propia Google ya están vetados allí.

La nota de cordura la ha puesto el presidente de Huawei, que se ha pronunciado públicamente anunciando que vería injusto tomar medidas contra Apple, al que considera su maestro y de quien se decaerá admirador confeso, pero en esta nueva guerra fría de la tecnología nunca podemos estar seguros y a partir de ahora todo apunta a que vamos a tener que mirar con lupa qué smartphone comprar en función de en qué lugar del mundo vivamos.

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