Reino Unido quiere limitar el uso del iPad en el aula para evitar casos de bullying

Reino Unido quiere limitar el uso del iPad en el aula para evitar casos de bullying

Escrito por: Carlos Villar    30 noviembre 2016     2 minutos

Normalmente, cuando uno piensa en el uso de herramientas como el iPad en la comunidad escolar, suele hacerlo identificándolas como un modelo perfecto de integrar las nuevas tecnologías que acabarán haciéndose habituales con el tiempo con el modo de aprendizaje más tradicional, consiguiendo que la unión de ambas suponga una mejora para la educación del alumno.

Sin embargo, el uso de la tecnología no siempre es tan positivo como sería recomendable y se han venido detectando usos indebidos de la misma en las aulas que han llevado a uno de los ministros del Gobierno de Reino Unido a plantearse reducir su presencia, ya que algunos niños los utilizan para molestar y abusar de sus compañeros.

El político conservador Edward Simpson, vigente Ministro del equivalente al ministerio de educación del país, llamado allí Minister for Children and Families, ha declarado que un notable número de centros educativos están permitiendo un uso demasiado relajado del iPad y dispositivos similares, más allá de su empleo como herramienta de aprendizaje, si no para hacer bullying a sus compañeros.

Simpson insta a los profesores a que confisquen estos dispositivos si comprueban que están siendo utilizados de manera inapropiada.

El político cree que existe un problema en muchas escuelas de Reino Unido, donde se ha introducido el uso de las tablets de manera apresurada y sin el control necesario por parte de los educadores para que los niños aprendan cómo utilizarlo de manera adecuada. Su uso es tan habitual a lo largo del día que se ha descubierto varios casos de bullying en los que el iPad ha jugado un triste papel fundamental.

Los niños pasan mucho tiempo utilizando este tipo de dispositivos y es normal que no siempre lo hagan de manera adecuada. Es por eso que el personal docente debe extremar el cuidado para detectar este tipo de conductas y confiscarlos para evitar males mayores.

A día de hoy, nueve de cada diez adolescentes británicos poseen un teléfono móvil y no existe una ley que limite su uso en las escuelas, por lo que estamos ante un problema que debería controlarse cuanto antes.

Vía| The Telegraph


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