Apple cree que el futuro consiste en llevar la tecnología a los objetos más personales

Apple cree que el futuro consiste en llevar la tecnología a los objetos más personales

Escrito por: Carlos Villar    15 abril 2013     2 minutos

A raíz de hablar del prototipo de reloj inteligente que Microsoft pare estar pensándose muy seriamente llevar adelante, surgió en los comentarios un interesante debate acerca del papel que Apple ha tenido en la popularización del smartwatch en los últimos tiempos.

Para dos de nuestros lectores, Apple no había sido el primero en llegar, Sony o Peeble lo habían hecho mucho antes y creer que Apple había sido el detonante de esta moda por el reloj inteligente, era más bien propio de fanboys irredentos que de redactores objetivos.

Sin desmerecer de ninguna manera tales aseveraciones, yo creo que el quiz del éxito del concepto smartwatch no se debe a quien llegó primero, si no a quien lo acercó al usuario no experto y, sobre todo, a los medios no especializados.

¿De verdad alguien no interesado en las tecnologías había oído hablar del reloj inteligente de Sony? ¿Pensáis que la mayoría no consideraba un reloj así más propio de El coche fantástico que de una realidad cercana? ¿Alguna prensa no especializada dedicó tantas líneas o minutos de televisión a tal dispositivo antes del supuesto interés por parte de Apple?

No. Porque a veces no importa quien hizo un dispositivo antes, si no quien lo llevó al día a día, quien lo popularizó o quien convirtió un concepto imposible en un objeto cotidiano.

Apple sabe que ese es el futuro a seguir y no sólo lo digo yo, si no que personas de la relevancia de Bill Campbell, en el Consejo de Dirección de Apple desde 1997, piensa de manera muy similar.

Lo ha hecho al referirse a productos como las innovadoras gafas Google Glass, que ahora pueden parecer un objeto fantástico, pero que pueden llegar a ser tan íntimas o personales como lo son ahora teléfonos como el iPhone.

También mencionó Nest, el termostato inteligente creado por Tony Fadell, del que dijo que quizás en un principio la gente tendiese a no darle importancia, pensando que se trataba de «otro termostato más», pero que ha terminado por ser un dispositivo exitoso en ventas y seguramente precursor de otros electrodomésticos por venir.

Y es que este va a ser el secreto del éxito del iWatch, no haber sido los primeros en fabricar un reloj con funcionalidades «inteligentes», si no en popularizarlo, en conseguir una experiencia de usuario inmejorable y en convertir una rareza nerd en un objeto cotidiano y exitoso.

Ese es el camino a seguir, conseguir llevar la tecnología a nuestros objetos más íntimos y personales.