iPad Pro 2018: La delgada línea entre una tableta y un portátil

iPad Pro 2018: La delgada línea entre una tableta y un portátil

Escrito por: Carlos Villar    31 octubre 2018     2 minutos

El potente chip A12X Bionic, el puerto USB-C y una App Store en consonancia acercan a la nueva generación del iPad Pro a campos donde tradicionalmente ha reinado el ordenador portátil.

Tal y como ya adelantábamos en DescubreApple, el evento de ayer fue el escaparate perfecto para el lanzamiento de la nueva generación del iPad Pro. Un hecho que no nos cogió a nadie por sorpresa, ni siquiera en la mayoría de los aspectos de diseño y características de la tableta de gama alta de Apple.

Una tableta que parece querer abandonar las limitaciones que inconscientemente suponemos a un dispositivo así para volar cada vez más cerca de lo que la mayoría de los usuarios asociamos con un ordenador portátil. Y no uno del montón, precisamente.

Y es que este iPad Pro de 2018 supone un gran paso adelante en el ambicioso proyecto por parte de Cupertino de colocarlo como una herramienta perfecta para todo tipo de usuario, incluso el más exigente, el más profesional.

Y lo hace gracias a ese atractivo aspecto «todo pantalla» que supone el cambio más relevante en el iPad, siguiendo la estela del iPhone X del año pasado. Una pantalla Liquid Retina, concepto estrenado con el iPhone XR, en dos tamaños de 11 y 12,9 pulgadas que, también al igual que la actual línea de smartphones incorpora la tecnología Face ID como medida de identificación, jubilando así al Touch ID de ya casi toda la plataforma móvil de la marca.

Este diseño, además de atractivo es tremendamente funcional, ya que permite interactuar directamente sobre cada centímetro de la pantalla, tanto con nuestros dedos como con el también nuevo Apple Pencil, rediseñado desde la punta y aún mas utilizable que nunca.

Ese quizá sea el aspecto que más recuerda al concepto original del iPad, porque el resto parece ir en dirección a lo que siempre ha sido un portátil. Valga como ejemplo el adiós a las conexiones propietarias de Apple como el puerto Lightning en favor del USB-C. Si a eso unimos el uso del procesador A12X Bionic con Neural Engine, tan potente o más que la mayoría de los portátiles del mercado y a una configuración que incluye un modelo con 1TB de capacidad, el nuevo iPad Pro se convierte en una alternativa perfectamente válida para usos tradicionalmente asociados a los ordenadores.

Sobre todo porque la otra gran baza de iOS, el enorme ecosistema de apps, está a la altura de las mayores exigencias, incluyendo la nueva versión de Photoshop especialmente diseñada para este iPad Pro y que ejemplifica a la perfección esta cada vez más delgada línea que separa a la tableta de Apple de un ordenador. Quizás ahora, pese a los esfuerzos no hace tanto para negar la evidencia por parte de la propia empresa, estemos realmente en la era Post-PC.


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