La policía adopta en masa GrayKey para poder desbloquear iPhones

Hace un mes os presentábamos a GrayKey, un dispositivo capaz de desbloquear cualquier iPhone y que estaba pensado principalmente para servir de apoyo a las fuerzas de la Ley a la hora de accede a datos comprometedores en los smartphones de determinados delincuentes.

Y la verdad es que la propuesta parece que ha calado entre esas mismas fuerzas de la Ley, convirtiéndose en una herramienta que está siendo adoptada de manera masiva por la policía y las agencias Federales de los Estados Unidos.

Departamentos como el de la la Policía Estatal de Maryland y sus homónimas en Indiana y el Condado de Miami-Dade, que ya han encargado varias de estas cajas para aprovechar su tecnología en sus labores de investigación.

Incluso el Servicio Secreto baraja adquirir una media docena de dispositivos GrayKey, al igual que otras agencias gubernamentales como el Departamento de Estado o la DEA (Drug Enforcement Administration), que también se enfrentan a la necesidad de acceder a información contenida en los iPhone de sus Personas de Interés.

Christopher Wray, el actual Director del FBI alababa las posibilidades que ofrecen este tipo de dispositivos a la hora de acceder precisamente a datos necesarios para resolver delitos y que ahora resultan poco menos que complicadas por la escasa colaboración por parte de los fabricantes de smartphones o los desarrolladores de Sistemas Operativos.

GrayKey es capaz de desbloquear cualquier iPhone en cuestión de pocos días, a veces apenas en horas, incluyendo los modelos más actuales con iOS 11 instalado y se vende por 15.000 dólares en la versión que requiere conexión a Internet para funcionar, está geolocalizada y limitada a 300 desbloqueos y por 30.000 dólares en su versión más avanzada, que no requiere Internet, puede usarse desde cualquier lugar y no tiene limitados el número de desbloqueo.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y pese a que la idea es proporcionar esta herramienta únicamente a las agencias defensoras de la Ley, se teme que pudiera llegar también a malas manos que podrían utilizar esta tecnología con fines menos loables que la persecución de delitos.

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