La pandemia del Coronavirus nos ha complicado la vida a prácticamente todo el mundo. Más allá del problema sanitario intrínseco, la economía de empresas y países se ha visto severamente afectado a lo largo de estos dos años y, aunque parece que realmente ahora sí estamos viendo ya la luz al final del túnel, tampoco deberíamos relajarnos antes de tiempo.
Aunque ya no estemos en los niveles en los que estábamos en los peores momentos de la pandemia, no por ello debemos bajar la guardia y pensar que ha pasado todo. El COVID aún está muy presente entre nosotros y la mejor manera de erradicarlo es vacunándonos. Cuando hayamos completado la pauta, podemos solicitar un certificado de vacunación (más conocido como pasaporte COVID) con el que podremos viajar, asistir a eventos o entrar en los lugares donde lo soliciten.
Pese a haber surgido como una suerte de reloj de alto standing y casi una joya, el Apple Watch ha sabido virar muy acertadamente hacia un dispositivo orientado al deporte y, sobre todo, al control de la salud de sus usuarios. El éxito del wearable es incuestionable y sus funciones muchas y muy reseñables, como la motorización cardíaca, y ahora se le une una que puede ser muy importante en la difícil época en la que vivimos. ¿Puede ser capaz de detectar la aparición del Coronavirus en sus usuarios?
Conforme va pasando el tiempo, más parece que el Apple Watch puede acabar convirtiéndose en un dispositivo capaz de realizar cualquier cosa. Quizás su concepto inicial fuera el de un simple reloj con aires de joya de lujo, pero conforme ha ido evolucionando, sus características lo han ido acercando más al perfecto asistente personal para nuestras actividades diarias, especialmente las físicas y deportivas.
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